La llegada de un cachorro a casa implica su educación a fin de facilitar nuestra convivencia con él. Una forma sencilla de llevarlo a adquirir hábitos de higiene en cuanto a la eliminación de excretas, es crear hábitos por horario de acuerdo a su fisiología particular. Muy temprano, antes de que despierte, llévalo al lugar donde quieres que haga pipí y popó, deposítalo sobre la superficie y déjalo desalojar vejiga y colon, una vez que termine demuestra tu agrado con aprobación y caricias; repitiendo la rutina cada mañana formaras el hábito, evitarás limpiar excesiva y frecuentemente y las necesidades de tu cachorro no serán mayor molestia. Una textura natural, como el pasto o la simple tierra facilitarán el trabajo, le será más agradable que la losa de concreto o la loceta de patios e interiores. Un jardín privado o de banqueta conservarán «su marca» y fincarás el hábito en un santiamén.
Recordemos siempre que nuestro compañero de vida deberá dar tantos paseos al día como nos sea posible, de tal forma que toda eliminación de excretas y orina sean al aire libre; así, simplemente deberás recoger las heces
Foto: Daniel Abraham Gómez Moreno.
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